VOS

Ni vos me buscas, ni yo te encuentro.

Ni vos me extrañas, ni yo te pienso.

Ni vos me esperas, ni yo desespero.

Ni vos me peleas, ni yo te enfrento.

Ni vos me odias, ni yo te detesto.

Ni vos me amas, ni yo te quiero.

Antonella.

lunes, 9 de agosto de 2010

Lágrimas

Intentando controlar la situación, dejé escapar la tristeza, el llanto silencioso, que de todos, es el peor, el que va por dentro, el que controla la angustia manteniéndola temblorosa en la garganta, el que quiere explotar para desahogarse, el que marca a fuego el camino de las lágrimas parece haber llegado para quedarse. Para marcar un tiempo de indecisión, para mostrarme cuan perdida me siento, para chocarme con mi verdadera realidad, con esa que no puedo disfrazar, esa que no se puede vender distinta de cómo en verdad es...
Cuando perdemos la guía y no sabemos el camino, derrapamos en la desesperación de aferrarnos a lo seguro y sentimos tocar fondo cuando nuestros puntos de apoyo parecen nublarnos aún más la vista. Pero calma, que más bajo que el fondo no caemos, y es en ese preciso momento que sólo por nosotros mismos tenemos que sacar fuerza e impulsarnos más fuerte, para salir con más velocidad que con la que caímos.
Antonella.

martes, 6 de julio de 2010

A veces...


A veces uno se rinde, deja ganarse, y aprende que perder también es de ganadores; porque gana la felicidad del recuerdo y la melancolía de las vivencias, e intenta encontrarle la explicación a eso que dejamos, a eso que se aleja, a eso que cambia... Para que por el resto de nuestras vidas sea la incógnita de lo que pudo haber sido.


A veces uno ama en silencio, para uno mismo, entregando todo, en pensamientos, en sueños; a veces uno aprende a amar así y no quiere cambiarlo, no quiere perder la magia del secreto que nos condena.


A veces uno sólo quiere alejarse, a veces sólo quiere no responder, no mirar, no hablar, no volver, no gritar, no sentir; a veces uno sólo quiere ocultar y esconder la verdadera esencia para ser lo que los demás esperan de uno.


A veces uno quiere morir, a veces vivir más que nunca; a veces borrar el mundo, otras tantas recordarlo todo; en ocasiones, olvidar, para dejar de sentir, y olvidamos que el olvido es volver al sentimiento, y ese volver a sentir nos muestra que a veces a pesar de todo, uno no quiere borrar ni cambiar lo que pasó, para aprender, para mejorar, para crecer.


A veces comprendemos que el presente es tener en cuenta los detalles de nuestro pasado, es crecerse cada día, a cada momento, en cada acción, cada gesto, mirada, palabra, en cada segundo de la historia que escribimos.


A veces cambiamos el curso de las cosas, ponemos trabas a nuestros sentimientos, frenamos para no continuar, frenamos por miedo a salir lastimados, frenamos para pensar de que manera actuar correctamente, sabiendo que si nos detenemos y lo volvemos a meditar vamos a hacer la elección incorrecta, porque muy adentro algo nos guía a hacer lo que sentimos en el corazón, no siempre la racionalidad nos da felicidad.


Por eso hoy elijo no ser consecuente, no pensar tanto... No planear como voy a mirarte cuando vuelva a verte, no predecir como será nuestra conversación, no imaginar que lugar va a unirnos de nuevo, no desear que una excusa te acerque a mi... Voy a buscarte cada vez que tus ojos se reflejen en mi mirada, voy a traerte a mis brazos cuando sienta la necesidad de que tu cuerpo recubra al mío, te llamaré cuando las ganas de robarte un beso sean incontenibles, me acercaré cada vez que la distancia me duela, y a veces... Sólo a veces dejaré del lado al corazón.

Antonella.

martes, 18 de mayo de 2010

Aún hoy...




Él se alejaba lento y doloroso, sin mirar atrás la dejaba atrás, ella en cambio quedó inmóvil, sentada en ese banco llorando en silencio, sabía que su vida ya no iba a ser la misma, sabía que con él se iban sus más profundos sueños.

Permaneció por horas allí, pensando en él, en su historia, en las cosas que juntos vivieron, en lo que pudo haber sido y había dejado escapar.

No lograba quitar de su mente las últimas palabras que él dijo, fue herirle el alma para luego intentar sanar su corazón, partió diciéndole que ya no era feliz a su lado pero pidiéndole que no fuese jamás a olvidarse de él.

Como podía ser que no notara que él era el motivo de su despertar, que era por quien cada día luchaba, cómo él le pedía que no lo olvide cuando ella no podía dejar de tenerlo presente, cómo podía él no ser feliz con ella cuando su felicidad escapó tras su partida.

¿Cómo puede doler tanto el no corresponder el amor y aún así aferrarse cada vez más?, ¿cómo seguir tras lo que ya no tiene remedio, eso que no quiere cambiar ni sabiendo que de otro modo puede mejorar, por qué estancarse en lo fácil, por qué no probar, por qué no luchar, por qué siempre el camino rápido si sabemos que termina antes de empezar?.

Aún después de tres años ella sigue esperándolo, sigue fantaseando con su vuelta, con toparse por casualidad frente a él, con poder descubrir algún día en sus ojos ese brillo que dejaron nublar, aún hoy ella espera su regreso, a su primer amor, para amar como la primera vez...
Antonella

viernes, 23 de abril de 2010

Pasado, que pasó



Hay cosas que nos marcan, hay un pasado que pasó dejándonos hoy sin posibilidad de cambiarlo, y tenemos que remitirnos a intentar reparar los daños, a soldar los sentimientos que quebramos, a mirarnos a los ojos otra vez y poder transmitir sinceridad; el esfuerzo por remendar nuestros errores tienen más valor que no errar en la vida; porque aprendemos, porque vemos más allá de las simples cosas, porque sentimos en nuestro interior la verdadera esencia del arrepentimiento, y así crecemos; a los golpes, si; abruptamente, tal vez; pero encontrándole a la vida uno de los mejores regalos...Las segundas oportunidades
Antonella

martes, 30 de marzo de 2010

Sólo los dos



Para que intentar evitarlo, si nunca puedo, si llego siempre a las mismas conclusiones, si no hay manera de alejarme de este vicio que me encadena a tu cuerpo, a la locura escalosfriante de imaginarte sobre mi, intentar escapar es en vano, todo me lleva a tí, todo te trae a mi pensamiento, mi todo te quiere acá conmigo, porque lográs detener mi mundo en ese momento en que tus ojos focalizan en mi, esa exquisita conexión inexplicable que logra llevarme a otro plano, porque nada puede compararse con lo que provocás en mi, porque vuelo, alto, lejos; porque nada me frena, porque no puedo dejarte, porque no puedo hacerte a un lado, porque a tu lado es donde quiero anclar, a tu lado es donde me quiero quedar, a tu lado, sin pensar, sin consecuencias, sin pasado, a tu lado qué más dá, a tu lado nada importa, borrás todo a tu paso, llenás solo con tu presencia, y sólo importás vos, y sólo importo yo, sólo los dos, Vos y Yo.
Antonella

lunes, 29 de marzo de 2010

Poco


Te busco en lo más hondo de mi cuerpo,

te hayo cuando lográs apartarme de todo,

te disfruto de a poco y de a ratos,

para perderte cuando cuenta nos damos,

que NO SOMOS EL UNO PARA EL OTRO.


Antonella